¿El Código del Origen?
¡Simplemente maravilloso!
Esperado y deseado durante mucho tiempo, lo recibí, como era de esperar el día de mi cumpleaños. El regalo más preciado que pude recibir para celebrarme. Sí, porque este, como el primer libro de la autora, no es un libro cualquiera, es un libro alquímico que siempre me trae a mí misma. Su sonido hace vibrar las cuerdas de mi alma porque siempre me recuerda quién soy. Su frecuencia resuena en el centro de mi pecho y me conmueve profundamente.
La frecuencia de la Gran Madre es el Agua. Cuántas veces la he buscado en un río, en un lago, en el mar o en el océano bajo el cielo estrellado. Para entender ahora que Ella siempre estuvo ahí para recordarme mi Origen. Alegría profunda impregna todo mi Ser. Es un viaje iniciático que, capítulo tras capítulo, me invita a cruzar mis aguas interiores, a escucharme, a observar los movimientos interiores y exteriores sin juzgar, a transmutar esos aspectos de mí que exigen mi atención e integrarlos. No hay errores, solo hay experiencias que, en presencia total de mi misma, me ayudan a evolucionar e integrar mi conciencia. Cada vez que tomo conciencia, me libero de las cadenas de los dogmas, creencias, préstamos de mi línea de sangre y recupero mi poder creativo al asumir la plena responsabilidad de mi vida.
La autora me da la clave para hacerlo de forma concreta: "Pregúntale a tu Conciencia, ella lo sabe". Ningún maestro para seguir, solo mi maestría y dejándome guiar por mi intuición, por mi alma: yo creo mi vida.
La verdad siempre sale a la luz y así es. Con gran sencillez, Adele Venneri revela secretos que han sido ocultados a la humanidad durante milenios. El Código del Origen es un mapa que me muestra concretamente cómo encarnarlo, cómo llevar lo Divino a la materia a través de la experiencia. Con sencillez y naturalidad, fluyendo como el agua, llego al océano del amor, el punto de encuentro entre lo Divino y lo Humano, entre lo masculino y lo femenino y ahí emito mi sonido. Es con la Frecuencia del Amor, la Frecuencia de la Unión que puedo unir todos los aspectos de mi misma y regresar al Origen.
El Código del Origen está lleno de significado, está vivo. Es un portal a través del cual tomar conciencia. Me conmovió profundamente el prólogo de Antón Ponce de Léon Paiva donde relata su encuentro con la autora, así como el último capítulo donde Adele Venneri cuenta su intensa experiencia vivida en el Perú. Sentí en mi corazón tanta fe, esperanza y amor y por ello estoy profundamente agradecida a la autora por poner su experiencia al servicio de la humanidad con tanta sencillez, presencia y maestría.
También agradezco a Stefano Scrimieri que concluye el libro con su toque personal, resumiendo los puntos clave del Código del Origen de una manera clara, concisa y sencilla.
Gracias Adele Venneri.
¡Estoy profundamente agradecida!